Artículos que hacen “Historia” – por Vivian Solana

Toronto.- Casi se me queda la cara pegada al plasma del ordenador al terminar de leer el artículo de Felipe Fernández-Armesto publicado en El País el 6 de Noviembre del 2009 y rescatado por este blog.

Sus primeras palabras rebosaban promesas: un historiador entristecido, un señor involucrado en las gestiones de 1974-1975, el testimonio de alguien que nos puede contar, de primera mano, sus impresiones de aquellos años en los que algunos, también solidarios con el Sáhara todavía no habíamos nacido. No obstante, el autor termina diciendo: “no cabe duda de que, al intentar devolver la soberanía a sus habitantes en 1974 y 1975, España respetaba la realidad histórica” ¿Puede ser que este reconocido historiador no estuviera al corriente de los Acuerdos de Madrid que se firmaron el 14 de noviembre de 1975 en el Palacio de la Zarazuela?

Fernández-Armesto omite mención de la reunión que tuvo lugar del 12 al 14 de noviembre entre Arias Navarro, Cortina, Solís, Carro, Álvarez Miranda, Cerón Ayuso, los embajadores españoles en Marruecos y Mauritania, el Ministro de Exteriores de Mauritania, Hamdi uld Muknass, su embajador en Madrid y los representantes del Reinado Marroquí: Osman, Laraki y Lamrani. Durante eses días, y en la ausencia de cualquier representante de la Yemaa Saharaui y, por supuesto, del Frente Polisario, dichas personas acordaron lo siguiente:

1. España ratifica su resolución, reiteradamente manifestada ante la ONU, de descolonizar el territorio del Sahara Occidental poniendo término a las responsabilidades y poderes que tiene sobre dicho territorio como potencia administradora

2. De conformidad con la anterior determinación y de acuerdo con las negociaciones propugnadas por las Naciones Unidas con las partes afectadas, España procederá de inmediato a insituir una administración temporal en el territorio en la que participarán Marruecos y Mauritania en coordinación con la Yemaa y a la cual serán transmitas las responsabilidades y poderes a que se refiere el párrafo anterior….

El acuerdo tiene 6 artículos que pueden encontrarse citados en (Diego Aguirre, 1988) pero estos dos son suficiente para observar que, mientras la Haya deslegitimaba los argumentos con los que el Reinado de Marruecos se declaraba soberano del Sahara Occidental y mientras España le prometía a la Yemaa, a la ONU y al Frente POLISARIO organizar un referéndum para la autodeterminación del territorio, al mismo tiempo, se reunió con Mauritania y Marruecos en secreto, sin presencia Saharaui ni internacional, y regaló poderes administrativos a dichos Estados… La realidad de los Acuerdos de Madrid no la repito sólo yo, ni la aprendí sólo en los campamentos, ni tampoco sólo en los centenares de blogs y artículos que existen sobre el Sahara. Casi cualquier libro publicado que habla del conflicto y de su historia habla de los Acuerdos de Madrid, un tratado que cuenta la his-storia de una traición.

En cambio, Fernández-Armesto nos explica: “… el territorio -en su totalidad o casi totalidad- quedaba fuera de los dominios de Marruecos. El Tribunal Internacional reconoció esos hechos, y la mayoría de los jueces aceptó la postura española. Pero ni los hechos históricos, ni los principios jurídicos, afectaron la situación política. Por la astucia del rey de Marruecos y su estrategia apabullante de ordenar a sus ciudadanos que ocupasen el territorio pacíficamente, las deliberaciones de La Haya resultaron irrelevantes, el Sáhara pasó a ser una colonia marroquí, y las investigaciones que yo había realizado con tanto cuidado, pasaron al olvido”…. Pero hasta cuándo vamos a seguir con la his-storia de que el malvado sultán marroquí invadió el territorio con su marcha verde, sin hablar de la luz verde que ya le había otorgado España para hacerlo meses antes, mediante los Acuerdos de Madrid?

Mi perspectiva de antropóloga coincide con la de Fernández-Armesto cuando dice: “la Historia no se afecta por los hechos tanto como por las hechicerías. No importa la verdad, sino la falsedad en que la gente confía” es una frase divina. Algo muy similar ha argumentado el filósofo Certeau (1988). Es él quien habla del concepto de His-storia, la idea de que la Historia se construye desde la narrativa y la palabra escrita. Por esta razón yo, como Fernández-Armesto, también me dedico a estudiar: “más la retórica, los mitos, las mentiras, la propaganda, las imágenes y las percepciones que los hechos concretos”. Pues bien, desde mi punto de vista, el artículo de Fernández-Armesto reproduce el mito de la pasividad española ante el conflicto del Sáhara a la perfección. Esa idea subyacente de que los hechos se desarrollaron…. porque sí…. bueno, porque Marruecos invadió con su marcha verde, claro…. Y ¿qué iba a hacer España, la pobre, tan débil como estaba, saliendo de una dictadura? He oído esa clase de discurso infinidad de veces, estoy segura de que antes de conocer bien el tema yo misma he llegado a decir cosas similares, y apuesto que ustedes, lectores, se reconocen en ese o en parte de ese discurso. En cambio, a la luz de los Acuerdos de Madrid, tan bien ocultados por el artículo de Fernández-Armesto ¿de veras se sostiene esa imagen pasiva de España? ¿no parece más bien tratarse de un conjuro? Se trata de la magia potagia de quienes se saben lavar las manos a tiempo…

Lo más indignante es que el mismo que admite que la Historia tiene más de hechicería que de Ciencia exacta, termine su artículo con una oda a la “Historia”. Nos dice: “Un público históricamente enseñado no votara a un Bush ni a un Berlusconi. Gobiernos conocedores de las realidades del pasado no iniciarán guerras ni en Irak ni en Afganistán. Los dirigentes de grandes empresas no lanzarían crisis por sus excesos, los nacionalistas abandonarían sus políticas particularistas, y no sé cuantos males más se evitarían bajo la luz del estudio de los fallos pasados”.

Exactamento lo mismo observo con el caso de Aminetu Haidar. Bernabé López ha escrito un magnífico artículo al respecto, también publicado por el País, y también rescatado por este Blog. El experto en Magreb también hace alusiones a la historia con su título: “Tropezar dos veces en la misma arena”. Es correcto hablar de los errores cometidos por Marruecos, pero ¿por qué ignorar también errores españoles ante el público de El País? Así, Bernabé termina diciendo: “A nadie se escapa que el caso Aminetu Haidar ha tenido pesadas consecuencias del lado español”, pero al lector no le queda claro qué consecuencias ni qué parte de responsabilidad se juega España en el asunto. Además, concluye, al final, es todo cosa de Marruecos: “Pero más allá de la solución que se le pueda dar, plantea un problema de fondo a la diplomacia española de cara a la inminente presidencia de la UE: ¿tiene sentido ofrecer un estatuto avanzado a Marruecos cuando su sistema político elude la convergencia con Europa en aspectos básicos como la libertad de prensa o los derechos humanos? Tampoco Bernabé habla directamente de lo que reivindica Haidar con su huelga de hambre…

Sentada en el aeropuerto de Lanzarote Haidar apuesta su vida para que no triunfe en diplomacia el arte de ‘lavarse las manos a tiempo’ que, al menos hasta ahora, ha eximido a España de sus responsabilidades como antiguo poder colonial en el Sahara. Haidar nos pregunta: ¿Por qué me han dejado entrar en España sin pasaporte y, en cambio, no me dejan salir de ella sin el mismo documento? Haidar interroga la legalidad de los Estados, y asi desvela una verdad incómoda: qué las leyes se tuercen cuando hacen falta, que si hace falta ahora le damos la nacionalidad Española a un individuo para que se calle (y coma) al tiempo que negamos el mismo estatus a cientos de personas que se encuentran ilegales en nuestro País a diario… Ojalá se cumplen los deseos de Haidar y no sean las his-storias que cuentan los artículos de El País los que pasen a la Historia…

Certeau, M (1988) The Writing of History, Columbia University Press, New York

Diego Aguirre, J.R (1988) Historia del Sahara Español, Kaydeda Ediciones, Madrid.

3 comentarios sobre “Artículos que hacen “Historia” – por Vivian Solana

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  1. Antes de nada, muchas gracias Vivian por una reflexión tan rigorosa. Yo desde luego no conocía los acuerdos de Madrid y cuando leí el artículo de Fernández-Armesto acepté su tesis sin ponerla en cuestión. Por eso mismo me parece más acertado tu comentario. Efectivamente la historia se va creando a través de la dialéctica autor-lector y por eso el periodista y el historiador tienen una responsabilidad y peligro tremendos.

    Por otra parte, el caso de Aminatou Haidar es significativo porque trae la cuestión del Sahara Occidental al centro del debate español, un lugar que raramente ocupa. Dentro de España se remueve heridas pasadas y se vuelve a mencionar la «responsabilidad» nacional. Está por ver qué impacto tendrá esta crisis sobre las relaciones con Marruecos, aunque James Badcock -que describe en The Daily Star la bochornosa estrategia/reacción de España para salir de este triste episodio- opina que no es baladí.

    http://www.dailystar.com.lb/article.asp?edition_id=1&categ_id=5&article_id=109516

  2. Yo tampoco conocía los acuerdos de Madrid. Espero que nos recomiendes más artículos sobre este tema y sobre todo que estas navidades que estás por Madrid montemos una charla zorba para hablar sobre el tema. Un abrazo!

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