19/3/09 Pilar
(Ilustración del Economist)
La reciente emisión de la orden de arresto contra el presidente de Sudan, Omar al-Bashir, ha desatado de nuevo el debate entorno a la oportunidad de la Corte Penal Internacional. ¿Qué es más importante, la paz o la justicia? ¿Pone en peligro esta última acción de la CPI el todavía débil acuerdo de paz que resolvió el conflicto entre el norte y el sur de Sudan? De momento a provocado la expulsión de las ONGs internacionales que proveían gran parte de la ayuda humanitaria en los campos de refugiados de Darfur (constituían el 80% del personal que implementaba el trabajo del Programa Mundial de Alimentación)
Por un lado, Desmond Tutu criticaba en un ediotrial a principios de marzo Will Africa Let Sudan Off the Hook? que la Unión Africana pudiese decir que la condena de Bashir fuese un acto neo-imperialista. Por otro lado, Andrew Natsios, ex-director de USAID y ex-coordinador para la ayuda humanitaria en Sudan, aboga en un artículo de Foreign Affairs que esta orden de arresto no es oportuna. No sólo va a ser poco efectiva sino que realmente poe en peligro lo conseguido hasta ahora en Sudan y la posibilidad de resolver el conflicto de Darfur.
Otro punto controvertido es que se trata de la primera vez que se emite una de estas órdenes contra un dignatario en función, es más, contra un presidente en el poder. ¿No pone esto en riesgo el principio de inmunidad? ¿Cómo se a a llevar a cabo el arresto? porque, como dice Natsios, ¡es bastante improbable que Bashir se entregue a sí mismo!
En cualquier caso, parece que no hay marcha atrás, a menos que sirva como punto de partida para una negociación con Bashir.
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