27/5/08 Vivian
Me gusta mucho el artículo de Garrigues. Sobretodo la manera en la que empieza: “Nadie debe arrogarse ni la definición ni la representación del liberalismo auténtico. Sería ciertamente poco liberal” y me llama la atención que luego, en el blog, nos hayamos dedicado a hacer precisamente lo que él denuncia: tratar de decidir quienes son más liberales, si la derecha o la izquierda.
Por ello, Nacho, he valorado mucho que distinguieras los conceptos de libertad positiva y libertad negativa, creo que el único marco teórico con sentido si nos apetece hablar de las posibles diferencias PP/PSOE. Mi postura en este debate es la siguiente:
Las libertades negativas son fundamentales. Diría que cada vez más. En las sociedades globalizadas y saturadas de información, cada vez es más duro identificarse con colectivos y más relevante el actor individual. Cada vez me parece más importante que “nadie se meta en mi vida” porque demasiadas personas tienen el poder de hacerlo: ya no es sólo el estado quien puede poner en riesgo la libertad negativa de las personas…
Sin embargo, no veo que se pueda distinguir tajantemente entre libertad positiva y negativa, fundamentalmente porque no pienso que pueda existir la segunda sin que exista la primera…mucho menos para todos.. Es decir, estoy de acuerdo en que la libertad es lo fundamental a perseguir (Amartya Sen) pero para todos… por razones morales y pragmáticas a la vez y, como siempre. Esto ya lo ha dicho de alguna manera Aitor: Sin igualdad, las libertad está en riesgo: Por poner un ejemplo típico: nada como una sociedad igual de libre en oportunidades y derechos para garantizar la seguridad de todos (una caracteristica de la libertad negativa según Isaih Berlin).
Gracias a Dios, hoy día tanto el PSOE como el PP, defienden los mecanismos básicos para garantizar las libertades negativas en España: el estado de derecho, el sistema democrático, el derecho a la propiedad privada, etc. Por tanto, Cristina, creo que es rotundamente falso que socialismo y liberalismo sean antagónicos, tanto empíricamente como teóricamente.
Me ha interesado muchísimo, Nacho, tu comentario:
“Confío en el merito y la capacidad individuales. Como ves, una visión optimista del ser humano, quizás, como Sartre, tú tienes una visión más lúgubre y desconfiada de lo que somos y por ello ves necesario que un tercero nos diga lo que debemos/podemos o no hacer”. Me parece un grave error confundir las cosas diciendo que los que defendemos las libertades positivas tenemos una visión lúgubre y desconfiada del ser humano… Yo me considero una humanista profunda y sin remedio… creo, o quiero creer más bien, en el ser humano: en su capacidad de transformación, de auto-superación, pero conozco bien nuestras limitaciones y nuestra capacidad de error..
Hanah Arendt dijo: “Forgiveness is the key to action and freedom”: Sin perdón, no hay libertad… (algo muy parecido dijo Benjamin Franklin pero estoy buscando la cita exacta en internet y no lo veo asi que tmb puedo estar equivocándome, en cuyo caso, lo digo yo y punto..) ¿Quién, si no es el estado, extendiendo libertades positivas, va a darnos segundas oportunidades? Soy atea, pero no hay valor cristiano que me guste más que el de la segunda oportunidad… Creo que el socialismo, garante de las libertades positivas, permite la capacidad de rectificación: el que defiende las libertades positivas no tiene una visión desconfiada del ser humano como dices, Nacho. Yo diría que se trata de todo lo contrario.
Debo seguir trabajando, más adelante intentaré hacer aportaciones sobre los temas más concretos que han ido surgido. Por cierto, quizás deberíamos ser más organizados en la manera de publicar nuestras entradas. Por ejemplo, el tema de la libertad, ha surgido del artículo de Garrigues, asi que igual deberíamos haberlo discutido en forma de “comentarios” a la entrada original?
Saludos
Vivian
Deja una respuesta