Por seguidillas

22/5/08 Aitor

Siempre que os leo (gracias Pilar, ahora sí me llegan los avisos del foro) no puedo resistir la tentación de escribir, aunque esté hasta arriba de trabajo…como es el caso ahora. No puedo extenderme mucho aquí, por falta de tiempo, sobre tu nota Aitor, pero si que me gustaría decir dos cosas.

El hecho de que los liberales estén en el PSOE es radicalmente falso, al menos si uno entiende correctamente lo que quiere decir ser liberal. El argumento más obvio en este sentido es que el liberalismo, desde sus orígenes en adelante (Locke, Smith, Mill, Burke, etc. etc.) siempre ha considerado que el Estado debía estar limitado lo máximo posible. Esto, que tiene sus matices obviamente, es producto de la reacción contra las monarquías absolutas de los siglos XVII y XVIII, contexto en el cual nacen las revoluciones de fin del XVIII y la primera mitad del XIX.

La socialdemocracia contemporánea, el socialismo español, la que admite el sistema capitalista, es un cambio de rumbo que la izquierda imprimió a sus bases ideológicas en los años 50/60/70 del siglo XX. Con anterioridad, las raíces eran plenamente marxistas. Evidentemente, marxismo equivale a intervención estatal y está en clara contraposición con los principios liberales clásicos. Aun hoy la socialdemocracia, admitiendo el papel del mercado, sitúa al Estado como regulador principal del sistema y hace campaña por una mayor intervención estatal. Y ello, en contra de lo que tú dices Aitor, no sólo en la economía sino también en la sociedad que ha delegado sus poderes soberanos en el Estado. La derecha liberal (ojo, no estoy hablando de la derecha conservadora), preconiza exactamente lo contrario, y por lo tanto es difícil discutir dónde está verdaderamente representado el liberalismo.

Ahora bien, y ésta es la segunda reflexión que me ha sugerido tu nota, hay que diferenciar la «libertad positiva» de la «libertad negativa» (siguiendo a Isaiah Berlin). Aitor, tú pareces creer que toda libertad es o ha de ser libertad positiva, es decir que el Estado debe asegurar que hay medios que den acceso a los ciudadanos para que disfruten de sus libertades. Pues bien, el verdadero liberalismo clásico nace únicamente como defensa de la libertad negativa, aquella que señala que el Estado debe asegurarse de contar con medios que le impidan violar las libertades fundamentales de sus ciudadanos (la vida y seguridad, la igualdad, la propiedad privada–aquí en función de cada cual, se puede añadir alguna más).

En las revoluciones del siglo XIX, y en la primera mitad del siglo XX (sobre todo a raíz del crack del 29), una parte de los liberales clásicos entendió que la libertad negativa no siempre era suficiente, y que debía haber ciertas dosis de libertad positiva para de verdad ensalzar el principio de libertad en conjunto con el de igualdad–en la doctrina liberal, siempre han sido dos caras de la misma moneda–. El acceso de todos a la libertad.[Uno de los lemas nacionales de EEUU, «E pluribus unum», refleja esta doble dimensión pues significa «uno de entre muchos», lo cual implica–entre otras cosas–que uno tiene la libertad para destacar de entre muchos pero que todos valen lo mismo que uno].

Y aquí volvemos a tus comentarios Aitor, tan interesantes como siempre. Tú pareces creer que la libertad positiva es la que ha de primar. La visión liberal predica que es peligroso dar primacía a la libertad positiva puesto que puede poner en riesgo la libertad negativa (los derechos fundamentales) a través de la acción sobremedida del Estado, así como poner en peligro el principio de igualdad (si uno discrimina positivamente, uno acaba primando a unos sobre otros). Por ello, y considerándome liberal, creo consecuente primar la libertad negativa sobre la positiva. No digo que ésta última no deba existir, pero sí considero que se debe reducir al mínimo indispensable. Y ello porque defiendo el valor de la individualidad y capacidad del ser humano y considero que si uno elimina las barreras que impiden el accionar del individuo (libertad negativa), no es necesario que un tercero, el Estado, construya escaleras mecánicas para ayudar a algunos a subir el monte (libertad positiva). Confío en el merito y la capacidad individuales. Como ves, una visión optimista del ser humano, quizás, como Sartre, tú tienes una visión más lúgubre y desconfiada de lo que somos y por ello ves necesario que un tercero nos diga lo que debemos/podemos o no hacer.

Creo que la derecha en España representa (con sus deficiencias y sus virtudes) mejor esta posición que la izquierda, y por lo tanto creo que defiende mejor mi libertad.abrazos para todos,Nacho

PD: sorry, estoy familiarizándome con el blog y no sé muy bien cómo publicar esto, así que a lo mejor está dos veces…

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Blog de WordPress.com.

Subir ↑

A %d blogueros les gusta esto: