16/5/08 Idoia
Estos días en los que el PP nos ofrece un espectáculo tras otro, el último capítulo del PP en el País Vasco no tiene desperdicio. María San Gil, personaje clave en el fuero vasco se plantó ante Rajoy demandándole liderazgo y confianza. Las reacciones de apoyo desde Madrid han sido de lo más heterogéneas, aunque no han sorprendido a nadie: los que apoyan a Rajoy han tachado a San Gil de histérica y de reaccionar de forma exagerada, los que van contra Rajoy, apoyan a San Gil y de paso afirman sus valores éticos y democráticos ante los medios. Sin duda, San Gil es Santa San Gil en Genova y en muchas partes de España. ¿No será esta idealización de ésta Juana de Arco euskaldun la que impide un juicio objetivo y estricto de su liderazgo y mandato en el Pais Vasco? Lo cierto es, que en el Pais Vasco, desde que está María San Gil al frente, se han perdido muchos votos y su aislamiento político va en aumento.
Me pregunto entonces, cual es la explicación de este declive en el Pais Vasco desde Genova. Parece que los vascos estemos confundidos y que San Gil, es la única que tiene voz, porque está amenazada y lleva escolta 24 h. Habría que recordar que otros tantos en Euskadi sufren el mismo problema y que piensan de otra manera, tienen otras estrategias y no hablan como con la verdad suprema sólo por la situación en la que viven. Es entonces San Gil la única Santa Maria de Genova? No deberían de santificar a todo el pueblo vasco y ser algo más sensibles a lo que dicen las urnas y los resultados de las dinámicas políticas inmobilistas del PP en Euskadi?
Esta línea política en Euskadi, aunque hace perder posiciones en el País Vasco, deja un gran rédito político en el resto de España. El vasco no vota al PP, porque la política del PP no se dirige al vasco.
Aquí nadie habla de amigarse con los nacionalismos o de hacer una política concesiva. Simplemente de tener estrategia e inteligencia política, y respetar las sensibilidades características en Euskadi, como se tienen en cuenta otras sensibilidades en otras muchas regiones españolas:
1. Dejar de criminalizar al PNV. Poner al PNV como colaborador de ETA es decir a todo votante del PNV ( hasta las últimas elecciones la mayoría de los vascos) que son también parte de ETA. Eso es criminalizar a todo el movimiento nacionalista, que aun teniendo los mismo fines, sufren también el día a día el acoso terrorista. Que tengan el mismo fin no significa que colaboren en el camino. El PNV ha sido ambiguo y ha flirteado no pocas veces con HB y el mismo ETA para ser ellos los protagonistas, o ganar redito político, pero tacharlos de colaboradores es otra cosa. Hay poca inteligencia politica en llamar terroristas al partido » de toda la vida vasco», que representa a casi todos los vascos. Que siga con su línea, con sus propuestas, con su mano dura, pero que no tache de terroristas a todo el que no piense como ella.
2. Que San Gil tenga un discurso pro-España, no contra- Euskadi Nacionalista: Que presente en Euskadi una España unida, solidaria, con valores incluyentes, no una » España dolida y amenazada por los nacionalismos» . La idea de España que se presenta en Euskadi es confrontativa, gris, perseguida, maltratada. Lo que se debería de conseguir es que más vascos se sientan españoles, no que más españoles sientan menos vascos.
Se necesita un PP que mire al Pais Vasco, respete sus dinámicas y realidades, tenga un discurso PRO- España, que ilusione y anime a sentirse Español… como a tantos otros ilusiona sentirse vasco.
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