Washington, D.C.- «Waste is a waste of resources» ha sido la frase clave con la que Paul Procee, Sr. Environmental Specialist en el Banco Mundial para el área de Cambio Climático y LAC, ha abierto la conversación sobre el tratamiento de residuos sólidos. Paul, holandés de cara y latino de corazón, vivía en Brasil cuando entró en contacto con el mundo de los residuos sólidos. Al ver cómo “Joao” pasaba por su casa semanalmente a recoger la basura que podía revender a mejor precio comprendió las implicaciones económicas del reciclaje. A los 16 años acompañó a un investigador haciendo trabajo de campo en los vertederos de Coritiba. Desde entonces ha estado volcado en el área de tratamiento de residuos sólidos.
La problemática de los residuos sólidos es pluridimensional. Las implicaciones medioambientales son obvias, pero también hay factores sociales estrechamente unidos: desde comunidades que viven de vertederos hasta otras que se ven desplazadas por contaminación procedente de estos. No podía faltar la dimensión de gobernabilidad, especialmente al ser un sector en el que gran parte de la gestión está privatizada y gran parte de la regulación recae en gobiernos locales. El negocio de la basura es muy lucrativo y la corrupción abunda. “La incertidumbre sobre la cantidad de basura que se produce beneficia a muchos”.
La diferencia entre países desarrollados y países en desarrollo también tiene un peso considerable. A pesar de que los países menos desarrollados producen mucha menos basura, los recursos y el know-how disponible para tratarla también son menores.
Paul ha explicado desde los aspectos más técnicos del tratamiento de residuos sólidos hasta los aspectos de economía política con los que se enfrenta en su día a día. La UE ha avanzado muchísimo en este ámbito a base de regular el empaquetamiento y el lado de la oferta o producción. Por otro lado, EEUU carece de una estrategia y de una regulación a nivel federal y, sin embargo, la Agencia de Protección Medioambiental (EPA) es el modelo a nivel internacional.
No todo es negativo. La nueva normativa de DC que impone un coste adicional de 5 céntimos por bolsa de plástico ha demostrado que con políticas sencillas se puede tener un gran impacto sobre los patrones de consumo.
Motto de la noche: “Reduce, Reuse, Recycle”
Juan Caviglia nos recomienda que veamos The Wasteland
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