Washington, D.C.- El miércoles pasado tuvimos un Zorba histórico. José Martín García, representante del Ministerio de Hacienda ante la Embajada de México en los Estados Unidos, nos paseó por la historia de la independencia de México. Recién pasado el bicentenario no podía ser un tema más apropiado.
La independencia de México se celebra la noche del 15 de septiembre marcando el aniversario del grito del cura Miguel Hidalgo. El grito en realidad señala un punto clave, pero no es ni el inicio ni el fin del proceso de independencia. El grito representa el comienzo de un movimiento sólido que lucharía por adjudicar la soberanía en el pueblo de México. La interpretación de lo que esto significa dista bastante de la acepción actual. La soberanía la tiene el monarca porque se la entrega el pueblo. En 1810 los franceses están en España y el trono queda vacío entre que Felipe IV abdica, Fernando VII no toma posesión formalmente y Napoleón negocia la renuncia a favor de su hermano. ¿A falta de monarca qué se hace en la Nueva España? El ayuntamiento de la ciudad de México propone al Virrey y al Consejo Real que a falta de rey, quien manda son los ayuntamientos, ya que éstos son elegidos directamente por el pueblo. Ellos pueden regentar mientras se resuelve la titularidad del trono.
Todos estos acontecimientos se van encadenando sobre el fondo de una gran desigualdad económica y jurídica en la colonia. Se desata así un movimiento armado de resistencia, pero la historia de la independencia no es linear ni corta. Se suceden muchas batallas y también muchos acontecimientos en la metrópoli que resultan en la independencia. Iturbide será el liberador, pero el titulo de emperador le ha robado protagonismo en la historia y hoy independencia se relaciona más con Hidalgo que con Iturbide
Deja una respuesta