Madrid.- Shireen Dajani, redactora de RNE y anteriormente, asistente de proyectos de las Naciones Unidas en Jerusalén, hizo un análisis de las revueltas que se están produciendo en los distintos países árabes. Explicó que son casos totalmente distintos, por lo que hay que estudiar independientemente cada uno de ellos, y piensa que las revoluciones van a ir extendiéndose poco a poco por todos los países, debido a que la gente ha perdido el miedo.
El caso de Egipto fue el más fácil y el que se extendió de manera más rápida. Allí se produjo una revuelta pacífica que derrocó a Mubarak y a su familia. El caso de Libia es mucho más complejo, ya que se complica con la entrada de las fuerzas de ocupación y los intereses petrolíferos que tienen los distintos países. En Siria estas revueltas están menos extendidas. Además, hay otros países de los que la prensa no habla pero en los que también está habiendo movimientos contra su gobierno, como son los casos de Bahreim e Irak. Países de mayoría chiíta (junto con Yemen), que tanto Arabia Saudí como su aliado, Estados Unidos, temen que ganen peso frente a los suníes.
Hay que tener en cuenta que la situación estratégica está cambiando a raíz de estas revoluciones y sobre todo, qué repercusiones tendrán en el conflicto Israelo-Palestino. En este sentido, Djani piensa que Israel está jugando a ganar tiempo. Ayer, ante el Congreso de Estados Unidos, Netanyahu dijo no a Jerusalén, no a las fronteras del 67, y no al retorno de los refugiados. Son temas demasiado sensibles para los Palestinos. Ahora habrá que ver si se reconoce un Estado Palestino ante las Naciones Unidas, y de esta manera, una presión para avanzar en el conflicto o que siga como hasta ahora y permita a Israel seguir ganando tiempo hasta que llegue un momento que esté todo tan construido que no haya pie a negociar ni las fronteras del 48, ni las del 67, y posiblemente se hable de las fronteras del 2010. En este sentido, ella cree que sólo un cambio de poder a favor de otras potencias emergentes y sin una hegemonía americana ayudaría a avanzar en una solución a este conflicto.
Djani también reflexionó sobre la nueva corriente musulmana moderada que se está gestando en el mundo árabe de la mano de los Hermanos Musulmanes, afines al partido de Erdogán de Turquía, que está jugando un papel fundamental. En este sentido la muerte de Bin Laden ha favorecido que esta nueva corriente moderada pueda expandirse en el mundo árabe en detrimento de la corriente extremista de Al Qaeda.
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