Washington, D.C.- Una noche más, tuvimos el placer de que Javier Urra pasase por Zorba para hablar, en esta ocasión, de Brasil. Javier no es economista –como quiso dejar claro antes de empezar a hablar– pero tiene ya una larga trayectoria en multilaterales. Lleva 3 años como especialista de modernización del Estado en Brasil con el Banco Interamericano de Desarrollo, lo que le ha permitido conocer bien la realidad económica de Brasil.
“Brasil es un caso de éxito gracias a la combinación de una política de estabilidad macroeconómica y crecimiento junto con una agenda social de inclusión”, comenzaba la charla. Efectivamente Brasil ha logrado una transformación profunda desde los 90s hasta hoy. El Plano Real de Cardoso sentó las bases de la estabilidad macroeconómica. El gobierno de Lula aprovechó el ciclo de crecimiento económico mundial, pero además quiso implantar un nuevo modelo, una “tercera vía” pasando por Davos y Porto Alegre a la vez. Sin embargo a partir de 2011 se empieza a sentir un recalentamiento de la economía y en 2012 el crecimiento es del 1%. ¿Esta desaceleración representa un bache o el agotamiento del modelo?
Siguiendo el modelo de las fases del crecimiento del Foro Económico Mundial, Brasil se encontraría todavía entre la fase de crecimiento basado en los factores y le falta dar el salto a una economía de eficiencia (y luego de innovación). El sistema brasileño tiene muchas ventajas frente a sus vecinos. Hay un alto nivel de institucionalidad y una fuerte política de Estado. Por otro lado, el crecimiento se ha basado en un gran mercado interno y políticas proteccionistas. No hay una gestión eficiente de los recursos y a los brasileños no les importa que se hable del “Custo Brasil”; Brasil ocupa el puesto 130 de 185 países en la clasificación sobre la facilidad de hacer negocios del Banco Mundial y es donde mas tardan las empresas en cumplir sus obligaciones fiscales en todo el mundo según la misma clasificación.
Para mantener el ritmo de crecimiento y la agenda de inclusión social, Brasil debería de llevar a cabo una serie de reformas estructurales profundas. “A día de hoy, el reto de Brasil es pasar de ser un economía grande a una gran economía”.
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