Joe McCannon: «La reforma sanitaria vista desde dentro»

Por Manuel Arnott

Washington, D.C.- “¿Cuáles son las provisiones que un Gobierno debe hacer para poder atender las necesidades básicas de sus ciudadanos (especialmente los pobres)?”. Así comenzó su charla Joe McCannon, experto en sistemas de salud que asesoró al gobierno de Obama para la reforma sanitaria. “Entre la población estadounidense apreciamos dos corrientes diferencias”, explicó, “por un lado está la gente que cree que la familia y la comunidad son apoyo suficiente para ayudar a soportar la carga financiera derivada de la utilización de recursos médicos; y por otro, la gente que piensa que el Gobierno Federal debe considerar estos servicios como básicos y proveerlos a la población más desfavorecida”.

Según McCannon, con la introducción de Medicare –que financia asistencia sanitaria a los ancianos– y Medicaid –que financia asistencia sanitaria a los pobres o discapacitados– el Gobierno estadounidense se decidió por la segunda corriente de pensamiento. Este debate, fue iniciado en la época de Roosevelt y reabierto por Truman tras la Segunda Guerra Mundial y tuvo un avance muy importante después de la muerte de JFK –cuando el presidente Johnson aprovechó la unidad nacional que brindó el asesinato de Kennedy– para aprobar su agenda de reformas sociales. Años mas tarde el presidente Clinton intentaría incrementar las coberturas de ambos programas, cosa que no conseguiría por la fuerte resistencia que opusieron las asociaciones de médicos y por la gran complejidad que aportaba el programa en sí mismo. En el año 2010 Obama consideró la reforma de Medicare y Medicaid como la primera prioridad de su legislatura, lo que nos lleva al debate actual entre Demócratas y Republicanos en la Cámara de Representantes de Estados Unidos.

Si bien Medicare es el programa con un coste estimado más elevado –$670billones de dólares–, es Medicaid el que causa posiciones más distantes en el debate. En conjunto, ambos programas tienen un coste superior a $1Trillon de dólares. Las reformas planteadas por la administración Obama intentan mejorar ambos programas en 3 puntos principales:

  1. Accesibilidad: el programa debe cubrir a la mayor cantidad de gente posible (existen 65 millones de estadounidenses sin cobertura sanitaria).
  2. Calidad: la calidad de los servicios prestados en EEUU no es del todo óptima (ocupa alrededor del puesto 30 en clasificaciones de calidad de sanidad publica), aún cuando el coste por paciente o procedimiento es el más elevado del mundo.
  3. Coste: el programa debe ser sostenible y la forma de conseguirlo consiste en la reducción de costes por paciente o procedimiento, puesto que en la actualidad es tan en valores que doblan los valores de los principales países europeos.

Por lo tanto, para poder pasar esta reforma de la ley por el Congreso y el Senado fue necesario dividir dichas reformas en varias partes, de tal forma que su aprobación pudiera ser progresiva. La parte A garantiza la reforma de servicios hospitalarios; la parte B añade cobertura adicional, especialmente asistencia primaria; la parte C intenta potenciar el programa mediante coberturas adicionales a cargo del paciente; la última parte, D, se centra en la cobertura de medicación.

Para cada una de estas partes, los puntos básicos de la ley recogen: (i) una ampliación de la cobertura, relajando las condiciones de elegibilidad (ampliando el umbral de pobreza y considerando elegibles a ciudadanos que ya cuentan con complicaciones previas, puesto que siempre es más costoso el tratamiento de pacientes en situaciones catastróficas que el tratamiento preventivo o regulado para pacientes crónicos); (ii) una reducción en costes mediante la utilización de nuevas formas de pago (se pasará de una facturación por servicios a una facturación global con recuperación de costes para el proveedor y para el pagador), así como la eliminación de malas prácticas que facilitan el fraude o el sobrecoste por parte de los proveedores sanitarios); (iii) un incremento de la calidad de los servicios prestados, mediante la utilización de indicadores que obliguen a los centros sanitarios a proveer  un mínimo nivel de calidad en los servicios prestados.

La financiación adicional que necesitan tales reformas saldrá de la reducción en costes que se espera obtener, así como del aumento de impuestos a ciudadanos con renta superior a $250,000 y la aplicación de cuotas especiales a la industria farmacéutica y la industria aseguradora. Por último, y puesto que la financiación ya está comprometida, será importante estar atentos a cómo responderán los republicanos al desembolso y cuál será la posición de los estados respecto a la aplicación de estos programas.

Referencias:

http://www.cms.gov/Research-Statistics-Data-and-Systems/Statistics-Trends-and-Reports/NationalHealthExpendData/NHE-Fact-Sheet.html

http://en.wikipedia.org/wiki/Medicare_(United_States)

http://en.wikipedia.org/wiki/Medicaid_(United_States)

http://www.webmd.com/health-insurance/what-does-medicare-cost

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